jueves, 6 de marzo de 2014

Adictos al 'running', la 'droga' de moda en la clase media-alta


El running se ha convertido en un fenómeno social durante los últimos años. Su rápida popularización se refleja en la gran cantidad de carreras populares, maratones y medias maratones celebradas en todos los rincones del país. A medida que se ha ido generalizando su práctica y aumentando el nivel de los participantes, los retos van quedándose cortos, por lo que las pruebas de resistencia, como las ironman, se han convertido en las estrellas de la competición.
Los retos deportivos y la capacidad de superación personal generan numerosos beneficiosos, tanto físicos como psíquicos, pero todo en exceso es malo. ¿Dónde están los límites? ¿El running puede generar una perniciosa dependencia, hasta el punto de convertirse en una adicción? ¿Cuándo se atraviesa la línea entre lo saludable y lo patológico? ¿Cuáles son los síntomas y qué consecuencias acarrea?
El 18% de las personas que practican ejercicio físico con asiduidad son adictasLa adicción a correr no está catalogada como tal en los manuales de diagnóstico clínico, explica el psicólogo experto en adicciones José Antonio Molina. A pesar de su falta de reconocimiento oficial, “sí se puede afirmar que es una realidad porque está ahí. Se trata de una adicción sin sustancia, similar a la vigorexia o al culturismo. Hay un porcentaje de corredores con dependencia que viven obsesionados y llegan a padecer síndrome de abstinencia cuando no pueden realizar ejercicio, entendido como malestar, mal humor e irritación”, añade Molina.
Una adicción con una alta prevalencia entre los corredores
La escasa literatura científica existente sobre esta patología, debido a su novedad, hace que cualquier aproximación sea demasiado precipitada. Un proceso similar al de otras adicciones contemporáneas recientemente diagnosticadas, como los trastornos por la adicción al trabajo (workaholic),a las compras (shopaholic), o por la obsesión con el físico (vigorexia).
Los deportes aeróbicos, como el 'running', son los que más dependencia generanUna de las investigaciones pioneras que más luz ha arrojado sobre esta cuestión es la tesis doctoral Adicción al deporte: estandarización de la escala de detección SAS, de la enfermera y psicóloga clínica Virginia Antolín (aquí puede consultar su paper Adicción al deporte: el peligro de la sobredosis de ejercicio). Según sus conclusiones, el 18% de las personas que practican ejercicio físico con asiduidad son adictas, siendo los deportes aeróbicos, como el running, aunque también el golf o el pádel, los que más dependencia generan. Para llegar a estos resultados, que apuntan una “prevalencia alta”, ha evaluado a cientos de deportistas, focalizándose en su afectación física, psíquica y social.
Participantes en la última edición de la San Silvestre Vallecana, a su paso por la Puerta de Alcalá. (Efe)Participantes en la última edición de la San Silvestre Vallecana, a su paso por la Puerta de Alcalá. (Efe)










Las características de esta adicción no difieren en demasía de cualquier otra, incluyendo el síndrome de dependencia, tolerancia y abstinencia. “La adicción al deporte tiene tres fases: una primera en la que se hace por placer; una segunda, en la que el objetivo es mejorar la belleza física, el bienestar, liberarse del estrés o relacionarse con otras personas; y una tercera en la que aparece el abuso y la necesidad de hacer deporte a toda costa, a pesar de que se sepa que puede traer consecuencias negativas”, según aclaraba la autora de la investigación.
Síntomas y consecuencias
La tercera etapa, la del ‘abuso y necesidad’, siguiendo la metodología propuesta por Antolín, es la única con consecuencias negativas, puesto que las otras dos son altamente beneficiosas para la salud y el bienestar mental. Las consecuencias de llegar a este peligroso punto, según explica el psicólogo especialista en tratamiento de adicciones Miguel del Nogal, se resumen en que “el running acaba eclipsando todas nuestras actividades, se convierte en el eje central de nuestro día a día y nos hace vivir por y para él”. De este modo, añade, “se dejan de hacer otras cosas con la familia o los amigos, y si un día no es posible hacer deporte debido a una lesión o a un compromiso importante, el sentimiento de malestar se apodera de uno”.
Puede acabar eclipsando todas nuestras actividades con la familia o los amigos y convertirse en el eje central de nuestro día a díaCon el tiempo, suele suceder que “el círculo de amistades comienza a estrecharse únicamente entre las personas que comparten la misma afición por el deporte, mientras que las metas son cada vez más altas, convirtiéndose en una obsesión que puede ir acompañada de mucho sufrimiento físico y psíquico”, añade del Nogal, autor de Cómo superar el tabaco, el alcohol y las drogas (Desclée de Brouwer).
Si uno sigue saliendo a correr a pesar de tener algún tipo de dolor o dolencia muscular o si las discusiones con la pareja y familia comienzan a ser frecuentes por la cantidad de ejercicio que se hace, entonces, algo es que está ocurriendo. Como apunta Molina, autor de SOS… Tengo una adicción(Pirámide), el mejor indicativo para darse cuenta de cuándo se está el límite entre lo patológico y lo saludable es que “sólo logremos sentirnos bien si hacemos ejercicio”. Como ejemplo, cita el caso de un paciente con adicción al ejercicio y que se siente mal los domingos porque su gimnasio está cerrado. “Hay casos en los que la dependencia es muy fuerte”, sentencia.
¿Qué ocurre en el cerebro para llegar a este punto?
La adicción al deporte, y más concretamente al fenómeno del running, tiene, como también ocurre en las adicciones con substancias, un componente físico y otro ambiental. En lo referente al físico, este se debe a la liberación de endorfinas en nuestro cerebro que, como explica Del Nogal, actúan como un opiáceo endógeno que nos genera bienestar. “Son un refuerzo impresionante que nos anima y nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, pero cuando dependemos de ese refuerzo para estar bien corremos el riesgo de depender de él”, añade.
Hay ciertos deportes que, debido a la gran cantidad de adrenalina y otras hormonas que liberan al practicarlos, reducen los niveles de estrés y ayudan a distraer los problemasEn lo que respecta al componente ambiental tiene mucho que ver el factor de la moda, por un lado, y la buena imagen social que tiene, por otro. “La sociedad nos marca y correr está de moda, pero al mismo tiempo tiene un componente positivo, pues está muy bien visto ser deportista y ser competitivo, y ambas cosas van de la mano”, dice Del Nogal. Una imagen que, como ocurre con la adicción al trabajo, que también es una conducta que goza de buena prensa, implica el riesgo de que no se interprete como una problemática, a pesar de que la reflejen diferentes síntomas.
Por estas características, no es de extrañar que en el actual contexto de depresión socioeconómica los desempleados llenen los gimnasios o las carreras pedestres. Es un fenómeno curioso, reconoce el psicólogo experto en adicciones, pero “aunque no llegue a fin de mes, invierto parte de mis ingresos en hacer deporte porque así me siento bien, pues de lo contrario la situación sería todavía menos soportable”.
Participantes en el Ironman de Lanzarote, considerado el más duro del mundo. (Efe)Participantes en el Ironman de Lanzarote, considerado el más duro del mundo. (Efe)










La ‘droga’ de los directivos y altos ejecutivos
Para Molina tiene sentido que las maratones y las pruebas de resistencia, como los triatlones, se hayan puesto de moda entre los ejecutivos, desplazando otras actividades deportivas más tradicionales entre este sector de la población. “Hay ciertos deportes que, debido a la gran cantidad de adrenalina y otras hormonas que liberan al practicarlos, reducen los niveles de estrés, ayudan a distraer los problemas y generan refuerzos que son muy positivos para la gente con trabajos estresantes”.
Ser conscientes de las limitaciones de cada uno es fundamental para no caer en la obsesión por superarse cada día, y ponerse metas muy altas como realizar una ironman cuando uno no está preparado para asumir un reto de estas características. Sin embargo, en el caso de los altos ejecutivos, quetrabajan en un mundo ultracompetitivo, es difícil discernir cuándo es suficiente. “Plantearse metas está bien, pero cuando el objetivo es demasiado ambicioso, como saltar de las carreras de diez kilómetros de distancia a una maratón, en muy poco tiempo y sin estar en condiciones, entonces se caerá en la obsesión y comienzas a dedicarte exclusivamente a alcanzar este reto”, apunta Molina.
Otra de las cuestiones asociadas a este fenómeno, que cada vez se debate más en los congresos, según añade el psicólogo, es que el running y los deportes de resistencia en general, son adicciones que sustituyen a otras adicciones. “Cada vez nos encontramos a más pacientes en consulta que se vienen a tratar de drogodependencias, fomentas que realicen ejercicio, superan su problema y acaban teniendo una cierta dependencia hacia el deporte. Es cierto que son personas más predispuestas a las adicciones, pero ahora el debate entre los psicólogos está en sí esto es un problema adicional o no, aunque superen su drogodependencia, y si lo más ideal en estos casos es fomentar el ejercicio”.

Fuente: www.elconfidencial.com
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-03-05/adictos-al-running-la-droga-de-moda-en-la-clase-media-alta_97207/

Cinco de las lesiones más comunes en el running


La carrera a pié, por su tipología, es uno de los deportes que puede provocar mayor variedad de lesiones. Durante la carrera nuestro cuerpo trabaja casi en su totalidad para mover piernas, brazos y tronco para facilitar nuestro avance.

Durante una carrera de 10.000 metros, de las más comunes, nuestro cuerpo realiza alrededor de 8.000 zancadas, dependiendo del tipo de zancada. A mayor velocidad, menor es su número, pero mayor la intensidad del impacto

Estos casi 10.000 impactos son absorbidos por los diversos sistemas de nuestro cuerpo pudiendo provocar un estrés que nos lleva a una lesión.

A continuación vamos a ver cinco de las lesiones más comunes de los corredores y cómo podemos prevenirlas.

Fascitis Plantar

La fascitis plantar se produce por la inflamación de la fascia plantar, recubrimiento fibroso de la planta del pie que protege a la musculatura de éste de los múltiples impactos que recibe. Se presenta como un dolor en el talón o en la planta del pié y se acentúa al andar de puntillas o sobre el talón.
Para evitar este tipo de lesión, es aconsejable la elección de un buen calzado deportivo, así como el trabajo de flexibilidad de la musculatura del tobillo y de la fascia plantar.

Periostitits Tibial

La periostitis tibial es una iflamación del periostio o membrana que recubre la tibia. Su sintomatología es un dolor a la palpación en la cara interna y tercio inferior de la misma. En ocasiones este dolor también puede darse en la cara externa, pero es menos común.
Esta lesión, no tratada a tiempo, puede provocar una fractura por estrés, por lo que la rapidez de intervención es importantísima.
Como prevención es imprescindible trabajar la flexibilidad de la musculatura adyacente, tríceps sural, tibial anterior y posterior... En caso de que las molestias aparezcan, es recomendable aplicar hielo en la zona al finalizar los entrenamientos

Fractura por estrés

Producida por los múltiples impactos en la carrera mayoritariamente, sobretodo en corredores que suelen entrenar en terrenos duros como el asfalto. Se trata de microrroturas óseas que debilitan el mismo pudiendo llegar a una fractura completa si no se trata.
Para evitar esto, se recomienda no aumentar en gran medida el volúmen de entrenamiento en un corto espacio de tiempo, así como la elección de un calzado adaptado al peso y tipo de pisada.


Síndrome de la cintilla iliotibial

Provocada por el contínuo rozamiento de la banda iliotibial con el epicóndilo lateral femoral durante la flexo-extensión de la rodilla durante la carrera. Provoca dolor en la cara externa de la rodilla, y si su inflamación es aguda, el dolor puede llegar a imposibilitar la movilización.
Como medida de prevención, es importante tener una musculatura isquiotibial fuerte y realizar estiramientos de glúteos y tensor de la fascia lata con asiduidad.

Distensión o rotura fibrilar

Consiste en la rotura, parcial o total, de las fibras musculares. En corredores, lo más común es que ocurra en los isquitibiales.
En función de su intensidad hablamos de:
  1. Elongación: Microrotura de pequeña parte de las fibras  (<5%). 
  2. Desgarro: Rotura parcial de la musculatura. Sensación de latigazo y aparición de una hemorragia en el lugar del desgarro y dolor localizado.
  3. Rotura: Desgarro total de la musculatura. Aparece una pequeña depresión en el lugar de la lesión y provoca impotencia funcional casi total.
El paso de un nivel al otro suele ser progresivo en el running, donde rara vez se llega a una rotura total del músculo.
Para evitar las roturas, es aconsejable realizar un buen calentamiento así como una progresión en la intensidad del ejercicio. Una buena técnica y calzado adecuado nos ayudará a minimizar el riesgo de padecerla.

El cuerpo está constantemente enviándonos señales, pero muchas veces las ignoramos inconscientemente, pues no somos conscientes de su importancia. Ante cualquier dolor que aparezca en nuestro cuerpo debemos preguntarnos qué es lo que nos pasa. Si con reposo el dolor no desaparece, debemos contactar con un profesional que nos guíe para que la recuperación sea lo más rápida y efectiva posible.


martes, 4 de marzo de 2014

España, uno de los países donde menos deporte se practica



Se trata del primer documento de consenso a nivel mundial sobre obesidad y sedentarismo

La revista científico médica Jano hace eco del primer estudio de consenso a nivel mundial sobre obesidad y sedentarismo, basado en la investigación 'Etiología de la Obesidad: los dos grandes y otros factores emergentes'. El reciente informe sobre malos hábitos, llamado ‘Obesidad y sedentarismo en el siglo XXI: ¿qué se puede y se debe hacer?’, explica que el origen de la obesidad es una respuesta a la interacción genética y ambiental. Publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, concluye por ejemplo que los españoles tienen una vida demasiado sedentaria.
La obesidad, para sorpresa de muchos y negación de otros, es considerada por los médicos como una enfermedad. Catalogada como “compleja y multifactorial”, suele iniciarse en la infancia y la adolescencia y responde a hábitos de vida poco saludables. Da igual cuántas medallas de oro ganen las selecciones españolas, lo cierto es que somos un país en el que se realiza poco deporte en comparación con otros países europeos y eso influye en nuestra salud. En España, “el 42% de la población nunca realiza actividad física, y nuestro país se sitúa entre los países donde menos deporte se practica, precedido por Grecia, Bélgica, Portugal”, dice el informe de obesidad y sedentarismo según Jano.
España, uno de los países donde menos deporte se practicaPero el hecho de practicar o no ejercicio físico o realizar deporte no es una forma de prevención de la obesidad. “Resultaría muy simplista pensar que la obesidad sólo se debe a un consumo excesivo y/o a una actividad física deficiente. En la actualidad, junto al resto de factores más conocidos, hay abiertas diversas vías de investigación mereciendo especial atención la nutrigenómica y la microbiota intestinal”, dice Lluìs Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y autor de este análisis científico.
“La obesidad es un enfermedad crónica compleja y multifactorial cuyo inicio por lo general ocurre durante la infancia o la adolescencia y cuyo origen radica en una interacción entre la genética y el ambiente”, explica Serra-Majem. El científico destaca la relación genética-obesidad y señala que “actualmente numerosos cromosomas relacionados con esta afección se han descubierto y la investigación se centra en la localización de los genes específicos involucrado en el desarrollo de esta enfermedad”. Con respecto a los factores nutricionales, el experto destaca que “no está claro si los niños obesos consumen más calorías que los niños no obesos; por ello es necesario seguir investigando sobre este tema”.
En casi todos los estudios “realizados con adultos residentes en España la prevalencia de obesidad es mayor en los hombres, y cómo esta aumenta según la edad es mayor”, en cualquier caso, ambos sexos deben cuidarse y velar por una vida sana.

Fuente: www.ideal.es
http://www.ideal.es/granada/20140303/mas-actualidad/ciencia/espana-paises-donde-menos-deporte-practica-201403031427.html

Fallece un corredor en el transcurso de la Mitja Marató i 10k de Gavà


El pasado domingo, durante la carrera disputada en la localidad de Gavà (Barcelona), un corredor popular sufrió una parada cardiorespiratoria sin que nada se pudiese hacer por evitar la tragedia, pese a la rápida reacción de los servicios sanitarios.

El ayuntamiento de la localidad y los organizadores de la prueba expresaron sus condolencias a la familia y amigos del fallecido de 43 años de edad.

En momentos como este, hace falta recordar la importancia de los chequeos médicos en los corredores populares, ya que son ellos los que mayor predisposición a este tipo de accidentes padecen debido a la falta de control durante sus entrenamientos y vida deportiva.